Crónica de Laura Enríquez Dios
El protocolo encuentra en la
institución de las Fuerzas Armadas uno de sus significados más precisos ya que
todo en ella es ceremonial, desde que la
trompeta toca diana para despertar a los
soldados hasta que entona el toque de silencio. El protocolo militar logra así poner
alma a la fría normativa y lo hace a través de su “cultura corporativa”, de la
que forma parte la jerarquía y
precedencias, el ceremonial en la organización de los actos, la bandera, el
escudo y el himno, los honores y las condecoraciones y la heráldica.
Las Fuerzas Armadas son un mundo
de símbolos, valores y tradiciones en lo que nada se deja al azar. La Reales
Ordenanzas (Real Decreto 96/2009) son las normas que establecen el
comportamiento, derechos y deberes de los militares, conformando un código
deontológico en el que se compendian los principios éticos y reglas de
comportamiento que deben seguir: desde la corrección en el saludo, al tratamiento debido, la cortesía en las
relaciones entre los distintos cargos, sin olvidar la etiqueta.
La vistosidad de su uniformología
suele captar la atención de los espectadores que son ajenos al mundo de
las Fuerzas Armadas. Según la
importancia del acto y del cuerpo al que se pertenece pueden distinguirse
uniformes de diario, de gala, de etiqueta, de gran etiqueta, de trabajo, de
instrucción o campaña y especiales. A efectos de protocolo hay que tener en
cuenta los cuatro primeros:
-El uniforme de diario se utiliza
para las actividades normales de servicio, comisiones, presentaciones y
despedidas así como actos militares y sociales en los que no se ordene otro
uniforme.
-El de gala está reservado para
actos en días señalados de gala en festividades de las Fuerzas Armadas, en
actos oficiales y actividades militares de gran significación, salvo que se
ordene otro por la asistencia de Su Majestad el Rey.
-Los de etiqueta y gran etiqueta
se utilizan en actos oficiales o sociales no militares en los que se pide etiqueta
al personal civil o cuando se autoricen u ordenen expresamente.
Otra curiosidad de los uniformes
es que permiten distinguir a un soldado de un general a través de las insignias
que llevan prendidas y que revelan su rango. Mientras en las Fuerzas Militares
y Aéreas el rango y la antigüedad se distinguen a través de soles o estrellas,
en la Armada, por ejemplo, se hace mediante barras.
Por último, las Fuerzas Armadas
también rinden honores militares como homenaje y manifestación de respeto a la
bandera española, al Rey y a determinadas personalidades, autoridades y mandos
militares. Por su cargo, cada uno de ellos tendrá derecho a unos honores
recogidos en el Reglamento de Honores Militares (Real Decreto 684/2010, de 20
de mayo). Mientras al Rey le corresponde arma presentada, himno nacional en
versión completa, salva de 21 cañonazos y siete voces de ¡Viva España!, los
honores del presidente del gobierno son arma presentada, himno nacional en
versión breve, salva de 19 cañonazos y cinco voces de ¡Viva España!
Todo lo expuesto evidencia que el
protocolo y ceremonial militar responde a un respeto por los símbolos, la
jerarquía, las buenas costumbres y la cortesía que se acaba transformando
realmente en una norma de vida.
1 comentario:
Me ha encantado el artículo. El protocolo de algunas de nuestras fuerzas militares es de lo más admirable que he visto.
Hay varios cursos de protocolo muy buenos en cursos junta de andalucia 2017 y además algunos están especializados.
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