Crónica de Leticia Rodríguez
El pasado
Martes a una buena amiga de la familia, que suele acudir a numerosos eventos de
distinta índole, le llegaron un par de invitaciones para asistir a una
presentación de la casa Chanel. En esta ocasión, yo sería su acompañante. Fue oír
Chanel, Finisterre, Garrote y ni me lo pensé, pues en un momento me encontraba
delante de mi armario preparándome para tal ocasión.
El motivo
por el cual estoy escribiendo esta crónica para el blog del Curso de Protocolo
de la UDC, donde me estoy formando, no es más que el de analizar una
presentación desde la visión de organizadora de eventos, pues si a lo largo de
mi vida he acudido a numerosos actos, éste es el primero que analizo “in situ”
desde esa perspectiva de organizador.
Se trata de
un acto patrocinado por una conocida empresa gallega, perfumerías Garrote, que
son un referente por su oferta en cosmética, fragancias y maquillaje. El motivo
era lanzar las últimas novedades de la prestigiosa marca Chanel de cosmética para
la temporada primavera- verano 2015.
Chanel es
una casa de modas parisina creada en 1910 por la diseñadora Coco Chanel. La
marca se especializa en diseñar y confeccionar artículos de lujo, siendo la
primera en sacar a la luz, no solo moda de alta costura, sino también una línea
de accesorios ( bolsos, sandalias…) y una gama de cosméticos.
Para llevar
a cabo tal presentación, Perfumerías Garrote se pone en contacto con el Dpto.
de Comunicación de la casa Chanel, para empezar a dar forma a dicho evento e
intentar que el fin o mensaje (que los invitados, consumidores y el público en general, conozcan la nueva
gama estival de cosmética) destaque sobre toda la magia que lo envuelve.
Como bien he
señalado anteriormente, Chanel es una casa de lujo y por ello el sitio elegido
para la presentación debía ser un espacio acorde. Con la elección del Hotel Finisterre no se han equivocado, pues el salón Victoria tan amplio y
majestuoso le da esa sensación de opulencia y grandiosidad intrínseca a la
marca Chanel.
A la entrada
del salón nos encontramos con un biombo y dos trajes de la colección Chanel
que nos dan la impresión de haber llegado a una boutique de la casa en el centro
de París. La decoración es exquisita y cuidada milímetro a milímetro: un
photocall con el Nº5 (símbolo de Chanel) que emula el último anuncio
publicitario protagonizado por la modelo internacional Gisele Bundchen, unas
cuantas vidrieras con complementos expuestos, un gran escenario con una
amplísima pantalla y unas sillas vestidas de blanco y negro con el logo
de la casa. Además, en cada una de ellas, nos aguardaba un obsequio, una bolsita
que contenía muestras de cosméticos y un pequeño neceser, cuidando a los
invitados con esmero detalle.
Una vez
ocupada mi silla, observo: pantalla, dos atriles, bolsitas y un espacio que da
esa sensación de “lujo Chanel” y me pregunto…. ¿Cómo nos mostraran las
novedades, de tal manera que cada uno de los que nos encontramos aquí sentados,
felices de la vida con nuestras bolsitas, nos resulte de lo más atractivo,
dinámico y que principalmente percibamos el mensaje de tal evento?
Pues la
respuesta es muy sencilla: A través de imágenes y con la colaboración de dos
narradoras, han sabido relacionar la interesantísima vida de Mademoiselle
Chanel que influye en la forma de confeccionar su moda, creando los símbolos y
colores Chanel y que a su vez se plasman en los productos de cosmética, tanto en
tonalidades como en formas.
A
continuación voy a detallar algún ejemplo claro con el que me he quedado, entre
otros, para que podáis entender a la perfección como nos han conducido al fin
del evento, que era de lanzar la nueva
gama de cosméticos de verano que podremos comprar en sus
perfumerías:
Uno de los iconos de Chanel es el color negro.
Mademoiselle Chanel fue abandonada por su padre en un orfanato, quedando su vida
marcada por esa tristeza y oscuridad que simboliza el negro. Pero ella, en su
afán de embellecer a las mujeres y reinventarse, se convertirá en la precursora
del uso del negro en la ropa de las mujeres diariamente, color que estaba relegado
solo para ocasiones de luto. Crea el llamado LBD (Little Black dress)
combinado con perlas blancas (blanco, otro icono Chanel) y ampliando así
colección con complementos en negro, como el bolso 255 acolchado Chanel y
viendo cómo ese negro también se plasma en el recipiente y carfología de la
crema Sublimage que estaban promocionando.
Así pues,
nos muestran los iconos de Chanel (negro, blanco dorado, beige y rojo) que tanto influyen a la diseñadora a lo largo de su vida y que ella plasma a la hora de crear moda de complementos y cosmética, de tal forma que toda
su colección se encuentra envuelta de símbolos y vivencias personales. Y así,
sucesivamente, nos vamos sumergiendo en la vida de Coco Chanel sin pestañear y
poco a poco vamos conociendo la nueva gana de cosméticos como si de un cuento
se tratara. Ahí es cuando me doy cuenta de que la organización ha llegado a su
fin, el público ha percibido el mensaje.
Una vez
terminada la conferencia de los profesionales y los agradecimientos, todos los
asistentes nos sentimos tan inmiscuidos en la esencia de la marca que fuimos
directos al photocall a inmortalizar ese momento, salvando las distancias, las
supremas distancias, más bien, con Gisele, antes de subir al coktail que se
serviría a continuación.
Fue una velada
estupenda donde los promotores y organizadores del evento han sabido encajar
todas las piezas a la perfección para que nosotros los invitados asimilásemos la
esencia y el fin del evento de una manera puramente inconsciente y entretenida,
relatándonos un cuento, como bien apunté anteriormente, lleno de biografía, lujo,
simbolismo y colores que nos han llevado a conocer una nueva gama de cosméticos,
de tal manera, que cada uno de los asistentes y personalmente, ya me veía en
verano, luciendo el esmalte rojo Chanel por las playas gallegas.
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