Post de Marta Gantes
Cuando
empecé a escribir este post apenas habíamos asistido a una o dos sesiones de
las que componen el curso de Protocolo, Comunicación e Imagen Corporativa que
tanto me ha aportado en estos últimos meses. Desde ese día hasta hoy la idea
inicial ha dado muchas vueltas porque a medida que se sucedían las clases
descubría algo más que me permitía “darle otra vuelta”.
Muchas
han sido las veces que todos los compañeros hemos escuchado la palabra
protocolo, casi siempre nos han dado una o varias definiciones y en varias
ocasiones nos han pedido que seamos nosotros quienes lo definamos. Hemos
hablado de Protocolo de Estado, de empresa, institucional, militar,
universitario…. Pero en todos los casos nos han hablado de comportamiento, de
ordenar, de normas y costumbres.
Desde
el primer día hay una frase que me llamó la atención y que en repetidas
ocasiones pronunció la profesora Olga Casal: lo que no nos podemos permitir.
Después de darle muchas vueltas a la frase y verla desde diferentes
perspectivas llegué a la conclusión de que, además de que debo tenerla muy
presente, el tema es extenso y en esto del protocolo y lo correcto hay cosas
que no nos podemos permitir… ¿o sí? En varias ocasiones ha sido tema de debate
en clase ya que, aunque nos debemos a unas reglas, el devenir de los tiempos
hace que también el protocolo evolucione pero…¿hasta dónde?
Pablo
Iglesias y su equipo de comunicación ven el protocolo de formas muy diferentes
según el ámbito en que él se encuentre, pero siempre buscando una oportunidad.
El
gran estratega en comunicación de los últimos tiempos se salta el protocolo con
un fin. Lo hemos debatido muchas veces en clase: haga lo que haga, él siempre
consigue llamar la atención; de la misma forma que va a ver al rey vestido como
si fuera al bar de la esquina, se mueve con un esmoquin como pez en el agua en
la ceremonia de los Goya. Él seguro que
se lo puede permitir.
La
reina doña Letizia también suele ser protagonista de noticias relacionadas con
sus errores en cuanto a protocolo; os muestro dos ejemplos, pero existen
innumerables artículos y vídeos en la red sobre los fallos que comente. En los
actos de ambas fotografías cumplió con el protocolo en la mayor parte de su
desarrollo, eso sí, decidió sobre una pequeña parcela de su imagen que cierto
es también afecta al protocolo. Algunos piensan que es una conducta caprichosa
porque siempre quiere salirse con la suya, otros que está modernizando la
imagen de la monarquía. Por el momento parece que ella se lo puede permitir, o
por lo menos ¡se lo están permitiendo!
Seguramente por falta de
conocimiento y /o asesoramiento Ronaldo y sus acompañantes no pudieron asistir
a la audiencia con el Papa Francisco el pasado mes de febrero. A ellos la Guardia
Suiza no les permitió saltarse el protocolo.
Son innumerables los ejemplos que podemos encontrar acerca
de saltarse el protocolo pero resulta casi imposible encontrar a quien lo
domina públicamente. En alguna ocasión personalidades sumamente exquisitas con
el protocolo como Rania de Jordania, Isabel de Inglaterra o, más cercanamente
la reina Sofía, también lo han roto. Pero…. ¿cuáles fueron sus motivos?
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