Crónica y foto de Nadia Quintela
Habemus evento
Día “D”, hora “H”.
No hizo falta esperar a fin de curso para que los alumnos del III Postgrado en
Protocolo, Comunicación e Imagen Corporativa de la Universidad de A Coruña,
pusieran en marcha sus ganas de organizar un evento. En este caso, no había
“señoritos” ni orden de precedencias, así que la velada dejó de lado los
formalismos para disfrutar de un dunch
en la Dársena de La Marina coruñesa.
Tras varios días de
misterio, como una campaña de márketing viral a través de las redes sociales, los
alumnos descubrieron el lugar de la cita. La invitación lo dejaba claro. Para
la etiqueta: fundamental el kit de buceo para adentrarse en la temática del Nemo Bar. Aunque ni Julio Verne ni su
Capitán estaban convocados, había que evitar conflictos en la presidencia; a la
cita no le faltó ningún detalle. Música y picoteo de cenar, eso que llaman los
entendidos de los saraos: un dunch (dinner+lunch).
Una vez todos
identificados con su nombre en una etiqueta, fucsia por cierto, por si a algún
despistado no le había quedado claro cuál era el color corporativo del evento, la
misión comenzaba a forjarse. Si los ejecutivos se conforman con un icebreak en medio de una reunión, a
estos chic@s no les bastó el descanso de clase. Rompieron el hielo al borde del
mar. Un rincón del restaurante, reservado exclusivamente para ellos; un menú
compuesto por tostas, carpaccio de pulpo, calamares, entre otros; y con la
previsión de un sofá compatible con tacones y los ritmos de la Carrá o Gangnam
Style.
El hielo se rompió
entre gafas y aletas de buceo. Cuatro horas después: objetivo cumplido. A la
mañana siguiente ya sabrían algo más de sus compañer@s de postgrado, un buen
punto de partida para la siguiente cita que, visto lo visto, todo apunta que no
tardará en llegar. Gajes del oficio.
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