Crónica de Sandra Rego
La organización de eventos culturales en una fundación como la de Caixa Galicia en Coruña puede llegar a ser una ardua tarea para quien deba dirigir y organizar todo su funcionamiento.
Fernando Prieto, economista y antiguo gerente de dicha Fundación, asistió como ponente a la última sesión de nuestro postgrado para explicarnos el proceso de construcción y los primeros años de vida del singular edificio que corona el Cantón Grande junto al de la Fundación Barrié.
Quizás lo más llamativo de la arquitectura de la Fundación sean los dos ascensores colocados en el exterior de la fachada principal y el gran auditorio que se encuentra a veinte metros bajo tierra, o sea, unos cinco o seis pisos hacia abajo.
Como hemos ido aprendiendo en las clases de Protocolo y Organización de eventos que hemos tenido hasta la fecha, hay que contar con cualquier imprevisto que surja y tener recursos para solucionar cualquier suceso. Nadie podía llegar a imaginar que unos ascensores podrían llegar a dar tantas preocupaciones, pero toda cautela es poca si son los reyes los encargados de inaugurar la exposición de Manolo Millares, como ocurrió en el año 2006. No se puede dejar nada al azar, y con Fernando hemos aprendido que si debemos tomar una decisión arriesgada, es mejor hacerlo con antelación. El ejemplo más concreto para esta máxima nos lo dio con el día de la inauguración del edificio, al cual iban a acudir cientos de personas y no podían hacer bajar las escaleras al auditorio a toda la multitud. Por lo tanto, la idea previa –seis meses antes del evento- fue utilizar el montacargas como ascensor, tan solo colocando moqueta en el suelo en compañía de unos vinilos en las paredes y bautizándolo con un nombre de mayor elegancia como es «ascensor de alta capacidad». Por supuesto, hizo falta que añadiera el detalle en clase de que el montacargas estaba homologado para transportar personas, si no, por medidas de seguridad, esta idea no hubiera servido de alternativa a las escaleras.
Hay que resaltar que las actividades culturales realizadas en la Fundación sirven como marca de la imagen de la entidad financiera, ya que ésta dedicaba una gran cantidad de dinero a obras sociales y culturales todos los años. La Fundación Caixa Galicia fue creada con la ambición de convertirse en un referente de prestigio internacional y el día de su presentación un gran número de medios hicieron cobertura del acto.
Cabe añadir que en una institución cultural como esta, en la que cada año pasan miles de personas, no se puede aplicar la «Teoría de la mancha del café», tal como la llamó el exgerente. Esta teoría quiere dar a entender que en la limpieza y cuidado de un edificio o medio de transporte abierto al público no debe permitirse ni una ligera imperfección, como puede ser una mancha de café en el asiento del tren, para así evitar descontentos en el usuario y poder conseguir el prestigio deseado.
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